Diálogo con el Señor Ministro de Defensa Nacional

Nacido en la ciudad de Ibarra hace 63 años, el general Nelson Herrera Nieto, ingresa al Colegio Militar Eloy Alfaro en noviembre de 1955 para graduarse en 1960 como Subteniente del Arma de Infantería; es padre de dos hijos y casado con doña Yolanda Franco Rentería. Nombrado Ministro de Defensa Nacional por el Presidente Lucio Gutiérrez, es un trabajador incansable, preocupado siempre por la defensa nacional. Ha desempeñado importantes cargos tanto dentro de la vida militar, como en actividades privadas y empresariales, fue Embajador del Ecuador en México. La agricultura es su pasión y la tiene en su sangre, por ancestro.

Como una deferencia para los lectores de la “Revista de Fuerzas Armadas” nos recibe en su despacho donde mantuvimos el siguiente diálogo:

1. Cuando el Presidente Gutiérrez le pidió que sea su Ministro de Defensa, ¿cuál fue su reacción? ¿qué sintió en su interior al ver la oportunidad de regresar a Fuerzas Armadas como Director del Frente Militar?

Innumerables sentimientos vinieron a mi espíritu. Por una parte, se me presentaba la oportunidad de servir a mi patria, ese valor que se nos inculca a todos los hombres que decidimos vestir el uniforme militar; era la oportunidad de retornar a la trinchera de lucha y sacrificio por mi país; pero también sentí la presencia de la humildad del hombre de trabajo, que siempre quiere alcanzar lo imposible pero que sabe que solo logrará lo posible.

2. Cuéntenos señor Ministro, los primeros años de su vida los pasó en su ciudad natal, ¿recuerda alguna anécdota de su juventud que quiera compartir con nosotros ?

Bueno, Ibarra era, en ese entonces, una ciudad pequeña, marcada por la amistad entre todos los que la habitaban. Mi familia, por tradición había vivido de la agricultura. Cuando anuncié mi decisión de ingresar al Colegio Militar, recibí el apoyo de mis padres y familiares, consejos de algunos de mis compañeros, aunque otros no comprendían el porqué había decidido separarme de mi casa y encauzar mi vida hacia el servicio de mi país.

Luego, cuando me gradué, ellos fueron los primeros en felicitarme y en brindarme, como siempre, su amistad y su respaldo.

3. ¿Cómo nació su vocación por la vida militar?

Nació, como nacen todas las vocaciones. Por una íntima convicción de que la única forma de cumplir con la conciencia es la de servir a los demás. Cuando joven, el impulso de servicio era lo que ocupaba mi mente y mis anhelos. Un día, cuando tenía quince años, vi por primera vez una formación de los cadetes del Colegio Militar Eloy Alfaro y conversé con varios amigos y compañeros porque supe que ese era mi destino y desde ese momento todos mis esfuerzos estuvieron encaminados a alcanzar ese sueño.

4. ¿Y la decisión de ser piloto?

Era un oficial de infantería pero sentía que mi espíritu quería ampliar sus horizontes, por eso, cuando nos comunicaron que había la posibilidad de realizar un curso de pilotos, no vacilé en solicitar ser incluido en la lista de oficiales que estábamos dispuestos a realizarlo.

Inicialmente fui piloto de aviones desde el año de 1962. En el año de 1972, fui designado a realizar un curso de helicópteros en el ejército francés. Cuando regresé al Ecuador, vine con la idea de impulsar el empleo militar en nuestro país ya que la geografía, áreas de operación y la tecnología moderna asi lo ameritaban lo que, gracias a Dios, y de la comprensión de los altos mandos de ese entonces, fue posible lograrlo.

5. Luego de su retiro de las fuerzas armadas ¿continuó ejerciendo la profesión de piloto?

Claro que la afición continuó y aún continúa, pero la edad y la falta de oportunidades de seguir, en forma diaria, practicando el pilotaje me fueron alejando de esta posibilidad.

Sigo amando las cabinas de pilotaje, sigo pensando y soñando en los comandos de una nave, pero en la actualidad, eso ya no es posible y sería una irresponsabilidad de mi parte insistir en ello.

6. Señor Ministro, ¿puede contarnos su experiencia como diplomático?

El Arq. Sixto Durán Ballén tuvo la gentileza de firmar mi designación como Embajador del país en México, lo que constituyó para mí un honor y un privilegio, pues pude servir a los más altos intereses nacionales y a mis compatriotas que por cualquier motivo tenían relaciones con ese país hermano.

Durante el período que permanecí como Embajador, las relaciones diplomáticas y comerciales se incrementaron entre las dos naciones y se ampliaron los campos de acción y de trabajo. Busqué, por ejemplo, incrementar el intercambio estudiantil y cultural lo que permitió que muchos ecuatorianos pudieran estudiar en universidades e institutos politécnicos mexicanos, al igual que varios jóvenes mexicanos se trasladaron hasta nuestro país para cursar sus estudios superiores. Y consegui firmar importantes convenios entre los dos países, a la vez que representé al Ecuador en importantes citas internacionales.

7. Y hoy como Ministro de Defensa ¿cuáles son sus planes y expectativas con relación a la frontera norte ?

Gracias al tesón de las Fuerzas Armadas, la frontera norte del Ecuador se halla protegida. Ningún incidente ha venido a perturbar la paz en la región y esperamos que esto continúe así. Para ello debemos ampliar la presencia militar en la frontera, profundizar sus acciones de patrullaje y de control, así como apoyar las acciones políticas y diplomáticas del gobierno actual.

Para cumplir con estos objetivos, es necesario recordar a la sociedad ecuatoriana que la integridad territorial y la defensa de la soberanía nacional descansan sobre el profesionalismo de sus Fuerzas Armadas, sabiendo que éstas deben contar con una capacidad de reacción inmediata, para que cualquier amenaza pueda ser repelida. Es decir, que la sociedad debe dotar a sus Fuerzas Armadas de todos los medios indispensables, tanto técnicos como humanos, para que puedan garantizar la paz y seguridad nacional.

En cuanto al campo social, las Fuerzas Armadas, en la medida de sus posibilidades seguirán prestando atención a todas las poblaciones fronterizas, apoyándolas en sus planes de desarrollo y progreso.

8. ¿Cuál es la función que están cumpliendo las Fuerzas Armadas en el control de la delincuencia y en las Aduanas? Si, tradicionalmente, estos han sido campos de acción de otras instituciones.

Por disposición del Sr. Presidente de la República, quien es su Comandante en Jefe, las Fuerzas Armadas están colaborando y apoyando la labor de la Policía Nacional en el control de la delincuencia en el país. Esta decisión se la tomó considerando el clamor de la ciudadanía que se sentía amenazada. Los resultados de esta tarea están a la vista: los índices de los delitos han disminuido.

En cuanto a la presencia de las Fuerzas Armadas en las Aduanas del país, se dio por un requerimiento del Presidente de la República, que busca un mejor y más honesto control del ingreso de mercaderías al país y su pago de aranceles. La presencia de la institución no será permanente y está previsto que durará 180 días.

9. Tradicionalmente las Fuerzas Armadas han estado ligadas al desarrollo social del pueblo ecuatoriano. ¿Pretende usted profundizar las acciones de la Institución castrense y en qué áreas?

Las Fuerzas Armadas han estado ligadas al pueblo ecuatoriano al que pertenecen y al cual, por obligación, deben servirlo. Las acciones de apoyo al desarrollo social que han venido cumpliendo los soldados ecuatorianos no constituyen una tarea marginal, sino que están integradas a la vida misma militar. Allí donde exista un ecuatoriano, allí estarán las Fuerzas Armadas para servirlo y apoyarlo con trabajos especialmente en las áreas de salud, agricultura y educación; cooperamos con otras instituciones en tareas de prevención de desastres y rescate de víctimas y bienes de siniestros; el Cuerpo de Ingenieros apoya en labores de construcción de infraestructura básica, en fin, trabajamos junto al pueblo, sin descuidar nuestra misión fundamental que es la de ser los guardianes de la integridad territorial y la soberanía nacional.

10. ¿Han afectado los problemas presupuestarios al bienestar de los miembros de las Fuerzas Armadas?

Un valor permanente de las Fuerzas Armadas es el respeto a la Institucionalidad del país, a su Constitución y a sus leyes. Ese principio guía la vida militar y todos sus miembros; estamos inmersos en él. En este contexto, la unidad militar es un bien que todos debemos cuidar y proteger, porque, a partir de éste, podemos cumplir a cabalidad con la misión de defender la integridad territorial y la soberanía nacional.

Será una constante preocupación mía la de velar por el bienestar personal y familiar de todos y cada uno de los miembros de las Fuerzas Armadas, pues ello le permitirá al soldado cumplir con su responsabilidad sin sobresaltos ni inquietudes.

Es lógico suponer que en la situación actual del país, en la que una crisis de enormes proporciones le ha afectado, no podremos alcanzar todos los beneficios que hubiéramos querido alcanzar; estamos trabajando para mejorar su nivel de vida y, en la medida de lo posible, fortaleceremos el ISSFA y las instituciones que dependen de él.

Especial cuidado pondremos en que los recursos económicos puedan llegar puntualmente al soldado ecuatoriano, a fin de que él y su familia puedan gozar de la paz y tranquilidad que ello representa.